Los Efectos Desproporcionados de la Migración sobre las Mujeres: Recomendaciones con enfoque feminista

Vania Aspilcueta Serey. Profesional en Ciencia Política y Relaciones Internacionales. Pre-docente de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

En Relaciones Internacionales el concepto de “seguridad” es relevante ya que su definición orienta lo que se identifica como problema público. Si bien no existe una definición de seguridad feminista estándar, acá propongo que esta perspectiva se caracteriza por incluir las siguientes premisas generales. Primero, su categoría de análisis es el individuo. Segundo, las fuentes de amenaza pueden ser externas o domésticas. Tercero, el sistema patriarcal estructura las relaciones de poder a nivel estatal e internacional. Finalmente, la supervivencia es amenazada por violencia física y falta de acceso a medios de subsistencia como alimentos, salud y refugio.

En las perspectivas convencionales de las relaciones internacionales, especialmente para el realismo, la seguridad se enfoca en la supervivencia del Estado, y los asuntos vinculados al problema público se reducen a aspectos de defensa como la protección de la soberanía nacional y la integridad física del Estado. Sin embargo, estas perspectivas presentan debilidades al momento de explicar otras fuentes de amenaza.

Desde la década de los sesenta se observa la tendencia a conceptualizar la “seguridad” como un asunto multidimensional, es decir, como un asunto que incluye distintas esferas de amenaza. En este contexto, el feminismo incluye al género como una categoría transversal que afecta y a la vez es afectada por condicionantes económicos, ambientales, políticos y militares, todos ellos presentes en la noción de “seguridad” (Enloe 2014, Detraz 2015, Lobazs 2009). Por ejemplo, la OEA en 2003 reconoció la necesidad de ampliar los enfoques tradicionales de seguridad para hacer frente a nuevas amenazas en la región como el terrorismo, los ataques cibernéticos, el VIH, etc.

En América Latina, los nuevos desafíos de seguridad incluyen a la migración y el cambio climático. Los efectos del cambio climático generan una disminución al acceso de recursos naturales. Esto afecta de manera distinta a hombres y mujeres, pues estas últimas se ven desproporcionalmente afectadas por la separación de sus familias, el desempoderamiento y una mayor dependencia de los demás miembros del hogar (OIM 2022, PNUD 2016). Así, estos desafíos ponen de manifiesto la necesidad de pensar en la seguridad de manera más amplia e interrelacionada con factores que van más allá de las nociones más tradicionales y conservadoras de seguridad.

En relación a la migración, por ejemplo, si analizamos al sujeto migrante, en particular a las mujeres, generalmente sus condiciones son de desventaja e inseguridad estructural, tales como pobreza, falta de educación, acceso a salud, redes de apoyo, entre otros. Tomando este caso, presento tres esferas de riesgo en las que se debería enfocar una política exterior de seguridad migratoria con enfoque feminista.

La primera esfera, se vincula con el acceso independiente de información, servicios de protección y de denuncia de violencia por razón de género. En otras palabras, esta esfera se enfoca en la inseguridad respecto al acceso a justicia en casos que incluyen violencia sexual (ACNUR-HIAS 2022). Un reporte sobre los casos de Perú y Colombia publicado por Amnistía Internacional, señala que el desconocimiento sobre los procedimientos, instituciones y mecanismos de denuncias no sólo se limita a mujeres migrantes, sino también a funcionarios que desconocen los derechos y requisitos para brindarles protección. También existe desconfianza en hacer denuncias con autoridades locales, porque las mujeres en situación de movilidad permanente piensan que las van a deportar. Por último, hay testimonios que denuncian el poco respeto y empatía en el trato recibido por agentes de salud y fuerzas policiales cuando realizaron una denuncia, lo cual las desalienta a buscar justicia (RMNA 2022).

Las acciones para mitigar estos problemas deben ir orientados a informar a la población migrante sobre sus derechos, para lo cual se requiere fortalecer las redes de apoyo (internet puede ser muy útil para esto). También es necesario combatir la xenofobia dentro de las instituciones públicas, educando a los funcionarios para que no repliquen estereotipos sobre la población migrante. 

La segunda esfera, referida a las oportunidades económicas, tiene que ver con la condición de inseguridad de las mujeres migrantes al no poder acceder a empleos bien remunerados que les permitan satisfacer necesidades básicas como la vivienda. Si bien esta es una de las condiciones más importantes por los migrantes (RMNA 2022), afecta de manera desproporcionada a las mujeres. Entre los obstáculos que experimentan figuran la falta de acceso a servicios y productos financieros, a vivienda, a educación financiera y tecnológica (IOM, 2023).  Muchas ahorran para enviar remesas a sus países de origen y reunificar a su familia. Estas necesidades hacen que las mujeres y otras comunidades vulnerables sean propensas a aceptar trabajos bajo condiciones de informalidad y explotación, donde incluso hay riesgo de acoso laboral y sexual por falta de redes de apoyo.

Las acciones para mitigar los efectos de la segunda esfera deben ir orientados a proporcionar herramientas para el acceso a “trabajo decente” a las migrantes, entendiendo trabajo decente como un empleo productivo que genere un ingreso justo, la seguridad en el lugar de trabajo y la protección social para todos. También es necesario facilitar el acceso a programas de protección social con énfasis en mujeres y poblaciones vulnerables; y establecer programas que ayuden a las mujeres migrantes y poblaciones vulnerables a tener acceso a un refugio seguro en caso de no poder seguir costeando una vivienda.

Finalmente, la tercera esfera, referida al uso de rutas no formales y falta de documentación, se enfoca en la inseguridad femenina al momento de migrar. Reportes indican los riesgos de caer en redes de trata con fines de explotación sexual y laboral, así como muertes y desapariciones diferenciadas por género (IOM 2023, OIM 2022, RMNA 2022).

Las acciones para mitigar los efectos de esta esfera deben enfocarse en brindar acceso a regularización de la condición migratoria y la creación de rutas de tránsito seguras;  identificar los riesgos de dinámicas criminales asociadas al paso de fronteras; e implementar mecanismos de protección inmediata en caso de trata o violencia sexual, permitiendo el ingreso a las víctimas al país si es necesario.


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