La IV Conferencia Mundial de la Mujer de Beijing de 1995 significó un antes y un después en la acción multilateral por los derechos de las mujeres. Fue la última de una serie de Conferencias celebradas desde 1975 (Ciudad de México, 1975; Copenhague, 1980; y Nairobi, 1985), donde la sociedad civil organizada del mundo unió sus fuerzas para que la Organización de las Naciones Unidas acordara acciones estratégicas para mejorar la situación global de las mujeres, las que quedaron plasmadas en la célebre Declaración y Plataforma de Acción de Beijing y sus 12 áreas estratégicas. Estas recomendaciones se han convertido en los cimientos para la construcción de una gobernanza global sobre las mujeres que incluye la publicación de la Resolución 1325 del año 2000, la creación de ONU Mujeres en 2010 y la publicación de Políticas Exteriores Feministas desde el año 2014, entre tantos otros hitos.

Sin embargo, ¿qué sabemos sobre las historias humanas detrás de esta célebre Conferencia? ¿cuáles son los sacrificios que tantas mujeres tuvieron que hacer para viajar a China en 1995 y representar los intereses de sus grupos, de sus países, de sus comunidades, de sus compañeras?

Recuperar la voz de estas historias invisibles es el principal propósito de esta colección de crónicas. Mediante un extenso llamado a toda América Latina, el Centro de Estudios Nueva Política Exterior rastreó a aquellas mujeres que concurrieron a Beijing en 1995, para que compartieran un relato íntimo y en primera persona de sus impresiones y experiencias en este evento tan trascendental. En esta colección compartimos con la comunidad hispanoparlante el testimonio vivo de trece mujeres, trece historias, una visión latinoamericana.

Sus crónicas ofrecen una radiografía de todo lo que se logró y todo lo que no se logró. Un manifiesto genuino de largas noches de trabajo, negociación y lucha para que el resultado de la Conferencia no fuera coaptado por los intereses de distintos grupos conservadores, que estuvieron abundantemente representados en Beijing. Es un pasaje en el tiempo dirigido por las voces de algunas de las mujeres latinoamericanas que dieron forma a Beijing. Pero sobre todo, estas crónicas son una ofrenda para las futuras generaciones, para transmitirles lo que se puede lograr cuando existe una causa noble que empuja cambios bravos, necesarios y justos.